El IMSS adjudicó directamente un contrato de 11.2 millones de pesos para la compra, instalación y mantenimiento de seis hornos crematorios para sus velatorios, con motivo de la pandemia Covid-19.
El contrato fue adjudicado el 16 de junio a la empresa Asociación Necrológica Mexicana (Anemex), cuyo presidente es Andrés Burzaco Malo, que tendrá de 35 a 90 días para poner en operación los equipos y capacitar al personal de los velatorios.
El proceso de adjudicación fue publicado el 10 de junio y se aceptaron cotizaciones hasta el 12 de junio.
Su nombre oficial fue «Adquisición, instalación, pruebas de arranque, puesta en operación, capacitación, mantenimiento preventivo y correctivo de equipos de cremación para velatorios del IMSS, con motivo de la pandemia generada por el virus Sars-Cov2 (Covid-19)».
Se desconoce si hubo ofertas de alguna empresa distinta de Anemex, que maneja planes funerarios para múltiples corporaciones y algunas dependencias.
Los hornos deberán contar con dos cámaras de combustión, quemadores de alta eficiencia y baja generación de contaminantes, capacidad mínima para cremar seis cadáveres diarios y operar al menos 18 horas consecutivas, y un tiempo máximo de 130 minutos por cada evento de cremación.
Los primeros dos hornos tendrán que ser instalados en 35 días en velatorios en Villahermosa y Tlalnepantla, los siguientes dos, en 65 días, en Tampico y Ciudad Juárez, y los dos restantes, en 90 días, en Ecatepec y Pachuca.
El IMSS tiene 18 velatorios en 15 estados, administrados por un fideicomiso, que pueden usar derechohabientes y público en general.
Desde el 15 de abril, el IMSS había registrado ante la Secretaría de Hacienda el proyecto de inversión para los seis crematorios, alegando que no era necesario un estudio costo beneficio, porque haría la compra para enfrentar la contingencia sanitaria.
Cuando REFORMA publicó dicho proyecto, el IMSS replicó que la compra estaba planeada desde 2019, pero en todos los documentos de la adjudicación directa resuelta este martes se especifica que los hornos se necesitan para atender las muertes por Covid-19.
El contrato fue adjudicado el 16 de junio a la empresa Asociación Necrológica Mexicana (Anemex), cuyo presidente es Andrés Burzaco Malo, que tendrá de 35 a 90 días para poner en operación los equipos y capacitar al personal de los velatorios.
El proceso de adjudicación fue publicado el 10 de junio y se aceptaron cotizaciones hasta el 12 de junio.
Su nombre oficial fue «Adquisición, instalación, pruebas de arranque, puesta en operación, capacitación, mantenimiento preventivo y correctivo de equipos de cremación para velatorios del IMSS, con motivo de la pandemia generada por el virus Sars-Cov2 (Covid-19)».
Se desconoce si hubo ofertas de alguna empresa distinta de Anemex, que maneja planes funerarios para múltiples corporaciones y algunas dependencias.
Los hornos deberán contar con dos cámaras de combustión, quemadores de alta eficiencia y baja generación de contaminantes, capacidad mínima para cremar seis cadáveres diarios y operar al menos 18 horas consecutivas, y un tiempo máximo de 130 minutos por cada evento de cremación.
Los primeros dos hornos tendrán que ser instalados en 35 días en velatorios en Villahermosa y Tlalnepantla, los siguientes dos, en 65 días, en Tampico y Ciudad Juárez, y los dos restantes, en 90 días, en Ecatepec y Pachuca.
El IMSS tiene 18 velatorios en 15 estados, administrados por un fideicomiso, que pueden usar derechohabientes y público en general.
Desde el 15 de abril, el IMSS había registrado ante la Secretaría de Hacienda el proyecto de inversión para los seis crematorios, alegando que no era necesario un estudio costo beneficio, porque haría la compra para enfrentar la contingencia sanitaria.
Cuando REFORMA publicó dicho proyecto, el IMSS replicó que la compra estaba planeada desde 2019, pero en todos los documentos de la adjudicación directa resuelta este martes se especifica que los hornos se necesitan para atender las muertes por Covid-19.
«Desde 2012 se licitó la adquisición de cinco hornos, sin embargo, no funcionaron por defectos de desempeño, y aunque hubo una auditoria no se fincaron responsabilidades y hasta el año pasado se determinó seguir con la compra», sostuvo el organismo en abril.
