Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Vamos a obviar la oprobiosa participación del Consejo Ciudadano del Transporte y la
inutilidad de éste como representante de los usuarios.
La discusión seria sobre las tarifas en algunos
municipios del estado, finalmente llegó a donde se toman y justifican
decisiones: el Gobierno estatal y los concesionarios del transporte público.
El primero, facultado para regular y sancionar; mientras
que los particulares obligados a prestar un servicio de calidad.
Ayer, la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano tuvo que
salir a frenar el desproporcionado incremento autorizado por el Consejo Ciudadano del Transporte Público
Sustentable del Estado de Sonora.
En oportuna y decidida intervención, la gobernadora Pavlovich
planteó una tarifa máxima de 9 pesos al pasaje de transporte público, y no de
13.50 o de 11:50 pesos como requieren los concesionarios o propone el Consejo Ciudadano.
La Gobernadora ofreció mantener, por parte del Gobierno
del Estado, el subsidio que permita un ajuste responsable a la tarifa del
transporte, con el menor impacto posible para los ciudadanos.
La gobernadora Claudia Pavlovich entiende lo sensible del
tema y por ello subrayó la solicitud al Consejo de que las unidades que no
reúnan los requisitos mínimos para brindar un buen servicio no puedan cobrar la
tarifa de 9 pesos que propone.
Enfatizó que vigilará permanentemente que se preste un
servicio digno, eficiente, seguro y con aire acondicionado.
Puede pensarse que los subsidios no son la solución, pero
ante el escenario pareciera la fórmula más viable y equilibrada en beneficio de
quienes menos tienen.
Esta disposición y exigencia de la Gobernadora, pone a
prueba o compromete aún más a Luis Fernando Iribe Murrieta, director general de
Transporte en Sonora.
A este funcionario le corresponderá contener la voracidad
y desobediencia de los concesionarios que prestan el servicio con apoyo público,
hasta el momento, sin condición real alguna.
Luis Iribe tiene enfrente un reto enorme, como autoridad que
aplica y somete a reglamento.
Como funcionario, Iribe no puede mostrar complacencia,
mucho menos tibieza al aplicar la Ley de Transporte y acatar la terminante
instrucción de la gobernadora Pavlovich: “Camión
que no reúna los requisitos mínimos, no podrá cobrar esta (nueva) tarifa”.
No puede repetirse lo que se vive con Uber que cobra en
efectivo y se niega a registrarse; tampoco permitir que algún concesionario se
vuelva a atrever a cobrar una tarifa distinta a la oficial.
Y tampoco puede aceptar –no queremos pensar que lo
desconoce- que algunos taxis oportunistas ofrezcan servicio de camión urbano, cobrando diez pesos y
circulando solo por bulevares, y sin cuidar medidas de seguridad.
Por cierto, usuarios regulares del transporte público en Hermosillo
consideran que el aumento efectivo sería de 10 y no de 9 pesos, si se considera
la alta probabilidad de pagar con esta moneda y que los choferes suelen no traer
feria.
La gobernadora Pavlovich encontró la mejor solución
posible al añejo problema tarifario, la Dirección del Transporte está obligada
a la eficiencia.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com
Twitter: @masmedio